domingo, 17 de octubre de 2010

Albert de Rivera: sobradamente maduro

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En el suplemento "150 catalanes" del diario El Mundo, mi amigo el profesor Francesc de Carreras ha escrito un artículo glosando la figura del presidente de Ciutadans, Albert Rivera. En este momento, recién presentada la campaña electoral 2010, que a buen seguro resultará polémica, cobran plena actualidad las vivencias que Francesc nos narra sobre aquel primer cartel, con el que logramos romper el silencio al que nos tenían sometidos los medios de comunicación del stablishment catalán.

Sobradamente maduro

C's dio la sorpresa en las elecciones catalanas de 2006. Hoy, con un partido y un líder consolidados, todo parece indicar que aumentará su representación.

Hace cuatro años se presentó en el Palau de la Música el nuevo partido Ciutadans / Ciudadanos (C's), fundado dos meses antes. El histórico foro barcelonés estaba abarrotado. Era, además, el debut de su recién elegido líder, un joven de 26 años, el hasta entonces desconocido Albert Rivera, licenciado en Derecho y letrado de La Caixa. Asistí muy intrigado al acto.

Me habían dicho que el cartel de campaña era impactante. Al verlo me quedé perplejo: una foto de Rivera desnudo tapándose con sus propias manos las partes más íntimas. En las horas siguientes fui dándole vueltas a mi cabeza y llegué a una conclusión: si para salir elegido había que hacer esas cosas mejor era no salir elegido.

A día siguiente, fui a la sede de C's para hablar con Rivera. Lo conocía desde hacía años, había sido alumno mío en un curso de doctorado y tenía de él la mejor impresión. Le dije lo que pensaba del cartel y añadí que no contara conmigo, que dejaba C's. Me escuchó atentamente, dijo que al principio él también pensó lo mismo pero que los expertos en publicidad le habían convencido. En todo caso, ya no había posible marcha atrás. Muy serio y contenido, noté que sus ojos enrojecieron súbitamente, a punto casi de saltarle las lágrimas. Nos despedimos con un emotivo abrazo. Un par de semanas después pensé que el equivocado, era yo, acepté figurar como último candidato por la lista de Barcelona y participar activamente en la campaña electoral. C's obtuvo 90.000 votos y tres diputados. El dichoso cártel, según parece, contribuyó decisivamente en este éxito.

Cuando pienso en Albert Rivera siempre me viene a la memoria esta anécdota, fiel reflejo de su personalidad. Se trata de un hombre muy joven y a la vez, muy maduro. Una persona con ideas claras y bien ordenadas, amplia cultura política y jurídica, inteligencia emocional y coherente con sus principios. Además, con una envidiable rápidez de reflejos en un debate y una inusual capacidad de comunicación: Lanza un mensaje, lo ilustra con ejemplos y, finalmente, muestra su adecuación a las ideas que defiende. No en vano fue, en sus años universitarios, campeón de España de oratoria. A ello une un gran sentido de la responsabilidad y una inagotable capacidad de trabajo. A esta prematura madurez, agrega ahora cuatro años de experiencia, en buena parte adquirida en ambiente hostil. C's es hoy un sólido proyecto, con unos cuadros ya bregados en la acción política y un sedimentado bagaje de ideas, que ha llenado un hueco en la opinión pública de Cataluña. Albert Rivera no es sólo la principal Voz e imagen del partido, su indiscutible líder, sino también, ya bien vestido, ha pasado a ser una referencia para muchos miles de catalanes.

Francesc De Carreras Serra, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona (U.A.B.).